Flamenco Biennale Holanda 2011 abre el diálogo entre flamenco y música contemporánea
El festival se celebra del 21 al 30 de enero en Amsterdam, Rotterdam y Utrecht
Moraíto, Dorantes, Rocío Molina, Arcángel y La Moneta, entre otros, en cartel
Flamenco-world.com, noviembre de 2010
Intercambio. Esa es la actitud de la programación de Flamenco Biennale Holanda 2011. Entre los días 21 y 30 de enero de 2011 el flamenco compartirá escenarios de Amsterdam, Rotterdam y Utrecht con músicas como el jazz, la persa y la contemporánea. Y, todo ello, sin renunciar a su idiosincrasia. En la tercera edición del festival holandés comparten cartel propuestas tan diversas como ‘Flamenco sin fin’ de Mauricio Sotelo, ‘Sin muros!’ de Dorantes, ‘Oro viejo’ de Rocío Molina, ‘ConCierto gusto’ de Rafaela Carrasco, un homenaje a Terremoto, un concierto de Moraíto, recitales de El Torta y Arcángel, el encuentro entre La Tremendita y Mohammad Motamedi o La Shica con ‘Supercop’. Actividades paralelas como la proyección de ‘Flamenco, flamenco’ de Carlos Saura y talleres en el Conservatorio de Rotterdam, entre otras, completan el programa.
La inauguración de Flamenco Biennale Holanda 2010 correrá a cargo del pianista Dorantes, que presenta su espectáculo ‘Sin muros! con Joaquín Grilo y Pastora Galván como invitados, el 21 de enero en el Rotterdamse Schouwburg de Rotterdam. El 22 de enero será una jornada dedicada al jazz flamenco, con las actuaciones del grupo hispano-holandés Cartini Jazz Project, en el que figura el guitarrista Tino van der Sman, y del encuentro ‘Free Jazz Flamenco’ entre Dorantes, Renaud García-Fons y Theodossi Spassov. Y, además, Moraíto ofrecerá un recital de toque. Tras una jornada dedicada a la enseñanza Rocío Molina presenta su montaje ‘Oro viejo’ en el mismo escenario la noche del 23 de enero.
Desde el 25 de enero, la actividad se traslada a Amsterdam. La primera actuación es la de la bailaora sevillana Rafaela Carrasco, que muestra ‘ConCierto gusto’ en el Stadsschouwburg Amsterdam Rabozaal. El 27 de enero, en el Melkweg Rabozaal, se estrena ‘Terremoto de Jerez’, un homenaje al recientemente fallecido cantaor Fernando Terremoto, en el que participan artistas como Diego Carrasco, El Torta, Jesús Méndez, Fernando de la Morena, Joaquín Grilo y Miguel Poveda, entre otros.
En el Bimhuis, templo centroeuropeo del jazz, tendrán lugar los conciertos ‘Qasida’ de la cantaora La Tremendita con el iraní Mohammad Motamedi (28 de enero), ‘Noche de cante jondo’ compartida entre El Torta y Arcángel (29 de enero) y un doble programa con Cartini Jazz Project y Moraíto en concierto (30 de enero). Esa misma noche en el escenario principal del Muziekgebouw aan het IJ tendrá lugar la gala de clausura, con el estreno absoluto de ‘Flamenco sin fin’, un programa de música contemporánea y flamenco coproducido por Nieuw Ensemble y Flamenco Biennale, dirigido por Ed Spanjaard, con música de compositores como Mauricio Sotelo y Manuel de Falla, y con Fuensanta la Moneta y Arcángel como invitados.
En paralelo a la programación de la capital, en RASA de Utrecht, centro especializado en world music, están previstos conciertos como ‘Maestría de Jerez’ el 26 de enero, con Joaquín Grilo, Jesús Méndez y Moraíto; La Shica con su último trabajo ‘Supercop’ el 29 de enero; y ‘Qasida’ de la Tremendita y Motamedi el 30 de enero. Todo el cartel de actuaciones en directo en las tres ciudades, se complementa con actividades paralelas, con un doble cariz formativo y participativo. Entre ellas, se incluyen ‘Flamenco majorettes en la calle’, clases magistrales en el Conservatorio de Rotterdam, el espectáculo infantil ‘Samba Salad Flamenkita’, el de flamenco y hip hop ‘Battle for fiesta’, conferencias como ‘Camarón. Vida y Obra’ de José Manuel Gamboa y ‘Comprende el flamenco’ de Faustino Núñez, exposiciones y proyecciones como la de la película ‘Flamenco, Flamenco’ de Carlos Saura.
Información sacada de: www.flamenco-world.com
lunes, 17 de enero de 2011
Black Swan (El Cisne Negro) Darren Aronofsky
Black Swan (Cisne Negro) con Natalie Portman
CISNE NEGRO..... NEGRO DE VERDAD.La cinta fílmica ”Black Swan” (Cisne Negro), estrenada en los Estados Unidos en los comienzos del mes de diciembre, ha suscitado enorme interés, y ya se habla de posibilidades de premios, tanto para su estrella, Natalie Portman, como para su director, Darren Aronofsky. Por lo demás, la crítica ha sido magnánima con la película; es más, pudiera decir que la aplaude.
Escribe Célida P. Villalón (U.S.A)
Para gusto se han hecho colores, dice el antiguo dicho, pero este “Cisne Negro”, es muy difícil de entender ¿eran los sucesos productos de la imaginación de Nina (Portman), o eran realidad? Los psicólogos se darán gusto haciendo un montón de deducciones, pero para el público en general, no creo sea tan sencillo. La dualidad de las situaciones da pie a la confusión que puede existir en la mente del espectador, al terminar la película.
Las crónicas de los rotativos cuentan el tiempo que la actriz dedicó a practicar y entender las bases de la danza clásica, que la hizo perder 20 libras, entrenada por Mary Helen Bowers, antiguo miembro del New York City Ballet. De la misma compañía, de la que es actualmente principal, el coreógrafo Benjamin Millepied es el responsable de los segmentos coreográficos de la obra, cambiados o interpolados a la maravillosa obra de Petipa-Ivanov, que van acompañados por la inmortal música de Tchaikowsky. La divina música se oye no solamente en las escenas de danza, sino como música de fondo a través de toda la cinta fílmica.
La propia Portman ejecuta secuencias de danza clásica en los Pas de Deux del segundo acto, pero en los pasajes difíciles (como las vueltas), la cámara se aleja y entonces vemos en la lejanía a una brillante Sarah Lane, solista del American Ballet Theatre, ejecutando múltiples giros. Sobre el argumento, aquí es donde se marchan a casa el buen gusto y la decencia, Sí, ¿por qué no admitirlo?: No soy “politically correct”.
El director de la ficticia compañía y coreógrafo del falso “Lago de Cisnes”, Thomas Leroy (Vincent Cassell), tratando de que Nina muestre más apasionamiento en el role de la malvada Odile, el Cisne Negro del título, le insinúa que aprenda a darse satisfacción personal, o sea, masturbarse (y aquí pido perdón a los lectores por usar la palabra). La escena no se hace esperar, y aparece en la pantalla, suficientemente explícita para mi asombro. Pero la pasión no surge en la interpretación de Odile, por más que el director la encuentra en otra bailarina, Lily (Mila Kunis) que incita a Nina a beber en la noche antes del debut, la seduce en una escena de lesbianismo, también demasiado explícita y por ende desagradable, que termina en sangre y muerte de Lily a manos de Nina, pero claramente producto de su imaginación, de acuerdo con lo que aparece después.
Añadiendo más complicaciones al argumento, Nina tiene una madre dominante e intrusiva (Barbara Hershey), que vive obsesionada con el triunfo de su hija. Como otras bailarinas, Nina por su parte, vive también obsesionada con ser estrella, aunque el precio por llegar a serlo, es muy caro (le sangran los dedos de la mano, los de los pies, y la espalda). Su admiración por la estrella de la compañía, Beth (Winona Ryder), cuyo retiro ha dado lugar a su promoción, la ha hecho robarle aretes, crayones de labios, etc. que devuelve cuando Beth ha tratado de suicidarse, y está en una silla de ruedas. Sumamente macabro, no hay duda. En la escena final, donde Odile baila portando enormes alas negras, Nina obtiene el triunfo deseado, pero al convertirse de nuevo en Odette, antes de arrojarse al lago para terminar con su vida, se clava en el estómago un objeto hiriente que, como la obra coreográfica, también termina con su agonía. ¿Fantasía de su perturbada mente, o realidad? Ahí queda la pregunta.
Resumiendo: Para quien aspire a llegar a ser estrella de la danza, el argumento puede causar que desista de su propósito. ¿Es “Black Swan” negativo para el ballet? Un SI con mayúsculas. El guión, aparte de haber borrado la línea que debe existir entre lo sensual y lo pornográfico, es deprimente, obscuro y muy difícil de discernir.
El único factor positivo que se puede señalar como resultado de “Black Swan”, es que Portman y Millepied han entablado una relación amorosa que espero les proporcione a ambos momentos felices.
Black Swan (El Cisne Negro) Darren Aronofsky
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